La Grieta Teatro Social empieza a latir en las calles de la ciudad madrileña ante el inconformismo que sienten frente el panorama social en el que se encuentran. Compartiendo sus intereses y dándose cuenta de los elementos que les unen: movimientos sociales, trabajos en comunidades nacionales e internacionales y el teatro como herramienta transformadora. Todo esto permite que en el año 2018 después de realizar la formación anual en teatro social que ofrece La Rueda, nazca la compañía.
Así se forma un grupo de artistas que trabajan la educación, el teatro, el circo, la fotografía y el trabajo de procesos.
NUESTRA MISION
Somos la Grieta, la hendidura que desquebraja los cimientos sólidos, pesados y consolidados por el poder de unos sobre otros. Una de esas líneas curvas y dimensionales que ofrecen diferentes visiones sobre el presente; para luego, ser cuestionadas, analizadas y debatidas. No somos solo una Grieta, creemos que van surgiendo más debido a que la Tierra cada vez resiste menos la presión a la que se le somete. Por ello nosotras, queremos sumarnos a ese cambio y aportar nuestra pequeña hendidura como forma de apoyar las transformaciones de nuestro momento.
OBJETIVOS DE LA COMPAÑÍA
ÁMBITOS DE TRABAJO
TEATRO SOCIAL
El Teatro Social se aleja de los escenarios comerciales para extender su uso en ámbitos como la educación, la intervención social, y comunitaria, la arteterapia, la resolución de conflictos, o la transformación social. Rompe, además, la vieja separación entre artista y espectador@, considerando a todas las personas como artistas potenciales capaces de expresar sus ideas, sentimientos, miedos, deseos, y maneras de entender el mundo desde el plano estético. De esta manera l@s espectador@s abandonan su papel de observador@s pasiv@s para convertirse en protagonistas de sus propios procesos.
A partir de las técnicas de Teatro Social se pueden abrir procesos de transformación social y comunitaria, adentrándonos en temas de interés general y buscando alternativas a los mismos. Desde una perspectiva horizontal y participativa los grupos se convierten en verdaderos motores de su propio cambio.